Cómo los piratas informáticos recuperaron las fotos perdidas de la luna de la NASA mientras trabajaban en un McDonald's abandonado

En Silicon Valley, no muy lejos del Parque de Investigación Ames de la NASA, puedes encontrar un establecimiento absolutamente extraño. Desde el exterior, parece un McDonald's viejo y abandonado, pero por dentro tiene un propósito completamente distinto. Donde alguna vez se prepararon hamburguesas y papas fritas, ahora actúa como base para los llamados "tecno-arqueólogos". Y estas personas se han propuesto como misión salvar una increíble parte de la historia.

Casa de piratas informáticos

Ya no tiene las famosas letras enormes de "McDonald's" en su techo, este edificio ahora se conoce con el nombre de "McMoon's". Sus ventanas, por su parte, están adornadas con el símbolo de la calavera y los huesos, que es una pieza iconográfica muy asociada a los hackers en la actualidad. Y cuando entres, no encontrarás parrillas para hamburguesas.

Compartiendo ethos

En su lugar, verás un pequeño grupo de personas trabajando en lo que parece algo científico y furtivo. Pero dado su espíritu hacker, no hay secretos aquí. Los trabajadores comparten sus resultados con quien los desee, sin esperar recompensa alguna por su tiempo y trabajo. Incluso cuando han dado mucho de ambos.

Base libre

Uno de los líderes de la pandilla, Keith Cowing, le dijo a la revista Wired por qué lo ubicaron en el antiguo McDonald's en 2014. Dijo: "Tenía que elegir entre la barbería y este edificio; realmente no nos importaba qué tipo de edificio le dieran". nosotros, simplemente no queríamos pagar por ello. La gente de NASA Ames, donde van todas las computadoras viejas y esas cosas, nos aman porque venimos y hacemos que todas las cosas viejas funcionen”.

Comenzó pequeño

La pandilla comenzó como un asunto pequeño, pero desde entonces ha crecido. Ahora, la instalación alberga a especialistas que convierten materiales antiguos que de otro modo acumularían polvo en nuevas formas digitales. Y el McDonald's ha resultado ser el lugar perfecto. Después de todo, está diseñado específicamente para poder tratar con productos químicos que representan peligros.