Diego Maradona fue un genio, pero su vida fuera del campo era peor de lo que la gente pensaba

Sin duda, la vida del futbolista argentino Diego Armando Maradona fue una montaña rusa. Nació en un barrio humilde de la provincia de Buenos Aires y logró convertirse en lo que todos recordamos: una leyenda del balón. Pero esto no quita que su historia fuera del césped estuviera llena de polémica y momentos extravagantes que distorsionaron la figura del autor de la “Mano de Dios”, y que no acabaron tras su muerte en 2020 con solo 60 años.

1. Pobres pero muy unidos

Corría el año 1960 cuando la cabeza de la futura estrella del fútbol mundial se asomó de la barriga de su madre, Dalma Salvadora Franco, conocida como Doña Tota, en el Hospital Interzonal De Agudos Evita, en Lanús (Argentina). Diego Maradona nació un 30 de octubre en el seno de una familia humilde que tenía que mantener a ocho hijos con lo poco que tenían, aunque siempre se mantuvo unida.

2. De un barrio humilde de Buenos Aires

Diego era el quinto de ocho hermanos y fue el primer varón en la familia de Doña Tota y Don Diego. Esta familia numerosa vivía en una pequeña casa en Villa Fiorito, un suburbio situado al sur de Buenos Aires, la capital de Argentina. De hecho, toda la infancia y adolescencia del exfutbolista se forjó en esta población donde hay muchos descendientes de españoles e italianos.

3. La primera vez que tocó el balón...

¿Pero cómo empezó todo? Cuando Diego tenía tan sólo 3 años, su primo Beto le regaló su primer balón “La primera pelota que tuve fue el regalo más lindo que me hicieron en mi vida: me la dio mi primo Beto. Yo tenía tres años y dormí abrazándola toda la noche", contó la leyenda en su biografía “Yo soy el Diego”, publicada originalmente en el año 2000.

4. ...y se cayó a un pozo

Pero el mismo año que recibió el balón, su vida podría haber acabado. Rebelde desde nacimiento, se escapó una noche de su casa y caminó por el barrio, donde no había ni luz ni agua. Y como era de esperarse, se perdió y cayó a un pozo que era una fosa séptica. Ugh. Pero su tío Cirilo fue al rescate, y Dieguito consiguió sobrevivir manteniendo la cabeza sobre los excrementos.